Utilización intraoperatoria de arco en C-3D para la reducción de la sindesmosis tibio-peronea distal. Revisión sistematizada
Use of the 3D C-Arm for tibio-fibula syndesmosis reduction: Systematic Review
Uso do C-Arm 3D para redução da sindesmose tíbio-fíbula: Revisão Sistemática
Juan
Manuel Toledo Perez
Gerónimo
Methol
Correspondencia:
Dr
JM Toledo Pérez
Bvar.
Artigas 2260/319
Montevideo,
Uruguay
Tel.
+598 91053004
E-mail:
jmanuel271993@gmail.com
Resumen
Objetivo: Sintetizar la
evidencia disponible acerca de la utilización del arco en C-3D para evaluar la
reducción de la sindesmosis tibioperonea. Como objetivos secundarios se
plantean los criterios de reducción sindesmal, la mala
reducción y sus causas y los resultados clínicos y funcionales.
Material y método: se realizó
una revisión sistematizada de la literatura en las bases de datos MEDLINE,
Lilacs y Timbo. Los
estudios elegidos en la búsqueda bibliográfica incluyeron estudios en pacientes
mayores de 15 años con lesiones de la sindesmosis tibioperonea, aisladas o
asociadas a fracturas de cuello de pie; publicados entre 2000 y 2021. Los
terminos MeSH utilizados fueron “3D fluoroscopy”, “syndesmosis”, “O-Arm”, “C-Arm”,
“Ankle fractures”.
Resultados:
Se seleccionaron 7 artículos. Los resultados en cuanto a las variables
seleccionadas fueron heterogéneos. Se aplicaron criterios y mediciones para
evaluar la reducción, en TC post-operatoria, en fluoroscopia 3D
intraoperatoria, o en ambos. Se requirieron correcciones intraoperatoias en un
rango del 15% al 47% luego de utilizar el arco 3D. Un solo estudio evaluó los
resultados clinicos y funcionales, obteniendo mejores resultados en aquellos
pacientes con una reducción anatómica de la sindesmosis.
Conclusion:
El uso del arco 3D permite, en la mayoria de los estudios, detectar y corregir los
defectos en la reducción. Esto reduce el índice de reintervenciones quirúrgicas
y mejora los resultados clínicos a largo plazo.
Palabras
clave: sindésmosis tibio-peronea, fluoroscopia, fractura tobillo, radiología
Abstract
Objective: To synthesize the available evidence about
the use of the C-3D fluoroscopy arch to evaluate the reduction of the
tibiofibular syndesmosis. The criteria for syndesmal reduction, poor reduction
and its causes, and clinical and functional results are considered as secondary
objectives.
Material and method: a systematic review of the
literature was carried out in the MEDLINE, Lilacs and Timbo databases. The
studies chosen in the bibliographic search include studies in patients older
than 15 years with injuries of the tibiofibular syndesmosis, isolated or
associated with fractures of the neck of the foot; published between 2000 and
2021. The MeSH terms used were “3D fluoroscopy”, “syndesmosis”, “O-Arm”,
“C-Arm”, “Fractured ankle”.
Results: Seven articles were selected. The results
regarding the selected variables were heterogeneous. Criteria and measures will
be applied to evaluate the reduction, in postoperative CT, in intraoperative 3D
fluoroscopy, or in both. Intraoperative corrections ranging from 15% to 47%
were required after using the 3D arch. Only one study evaluated the clinical
and functional results, obtaining better results in those patients with an
anatomical reduction of the syndesmosis.
Conclusion: The use of the 3D arch allows, in most
studies, to detect and correct reduction defects. This reduces the rate of
reoperations and improves long-term clinical outcomes.
Keywords: tibiofibular syndesmosis, fluoroscopy, ankle
fracture, radiology
Resumo
Objetivo: Sintetizar as evidências disponíveis sobre a
utilização do arco C-3D para avaliar a redução da sindesmose tibiofibular. Como
objetivos secundários, foram considerados os critérios de redução da
sindesmose, a má redução e suas causas, e os resultados clínicos e funcionais.
Material e método: Efetuada a revisão sistemática da literatura
nas bases de dados MEDLINE, Lilacs e Timbo. Os estudos escolhidos na pesquisa
bibliográfica incluiram estudos em pacientes maiores de 15 anos com lesões da
sindesmose tibiofibular, isoladas ou associadas a fraturas do colo do talus;
publicados entre 2000 e 2021. Os termos MeSH utilizados foram “3D fluoroscopy”,
“syndesmosis”, “O-Arm”, “C-Arm”, “Fractured ankle”.
Resultados: foram selecionados 7 artigos. Os resultados
referentes às variáveis selecionadas foram heterogêneos. Utilizaram-se
critérios e métodos de medição para avaliar a redução, na TC pós-operatória, na
fluoroscopia 3D intraoperatória ou em ambas. Foram necessárias correções
intraoperatórias que variaram entre 15% e 47% após a utilização do arco 3D.
Apenas um estudo avaliou os resultados clínicos e funcionais, obtendo melhores
resultados naqueles pacientes com redução anatômica da sindesmose.
Conclusão: A utilização do arco 3D permite, na maioria
dos estudos, detetar e corrigir defeitos de redução. Isso reduz a taxa de
reoperações e melhora os resultados clínicos a longo prazo.
Palavras-chave: sindesmose tibiofibular, fluoroscopia,
fratura de tornozelo, radiologia
Introducción
La
sindesmosis tibio-peronea es un complejo ligamentario formado por el ligamento
tibioperoneo anteroinferior (LTPAI), el tibioperoneo posteroinferior (LTPPI),
transverso posterior e interóseo que contribuyen a la estabilidad del cuello de
pie, formando junto al complejo ligamentario medial, lateral y posterior el
“anillo de estabilidad” del tobillo [1]. La integridad de la sindesmosis limita
la traslación lateral del peroné respecto a la tibia durante la bipedestación y
marcha.
Las
lesiones de la sindesmosis tibioperonea distal se asocian a fracturas
luxaciones del tobillo en un 10% de los casos, siendo más frecuentes en
fracturas de peroné tipo Weber C seguido de las fracturas tipo B [2]. El
tratamiento de estas lesiones requieren la reducción anatómica de la
articulación para restaurar la biomecánica y establecer las solicitaciones de
contacto tibio-peronea y tibio-tarsiana. Una buena reducción anatómica es
fundamental para conseguir buenos resultados clínicos y funcionales y reducir
la tasa de complicaciones (artrosis postraumática precoz, rigidez y dolor
crónico) [3][4]. Algún estudio [5] indica un peor resultado funcional cuando la
diferencia del ancho de la sindesmosis es mayor o igual a 1,5 mm comparando el
lado sano y el lesionado.
Múltiples
estudios han revelado dificultades en la reducción intraoperatoria anatómica de
la sindesmosis y la mortaja tibio-peronea utilizando la fluoroscopía
convencional [6-8]. Mas aún, la valoración intra y post-operatoria mediante
fluoroscopia convencional ha demostrado baja sensibilidad y especificidad para
detectar la malposición del peroné en la incisura tibial [9], así como también
una baja fiabilidad de los parámetros radiológicos convencionales para
caracterizar la reducción de la sindesmosis en el plano sagital y coronal [10].
La
tomografía axial computada (TC) se ha utilizado para valorar la reducción
postoperatoria de la sindesmosis, pues resulta sensible para demostrar una mala
reducción [6][8][11]. Los cortes axiales determinan la relación tibio-peronea.
Si
la reducción es correcta, la porción anterior del peroné distal debe continuar
con la porción anterior de la tibia distal, de la misma manera que la porción posterior
del peroné continua con la porción posterior de la tibia formando un contorno
elíptico continuo a nivel anterior y posterior [12]. Se ha establecido como
límite para determinar un defecto de reducción sindesmal una diferencia mayor o
igual de 2 mm entre el peroné y las carillas anterior y posterior de la
incisura [6].
Las
tasas de una mala reducción sindesmal postoperatoria en fracturas o fracturas-luxación
del tobillo se encuentran entre 0% y 24% analizados con radiografías
convencionales [6][13][14], mientras que llegan al 20 - 52% con el uso de TC
[5][6]. Estos altos porcentajes pueden ser atribuibles a una mala reducción de
las fracturas maleolares, fracaso en la reducción del peroné dentro de la
incisura, ya sea por rotación, traslación o una combinación de ambas o por la
colocación excéntrica de las pinzas de reducción o del tornillo suprasindesmal.
No obstante, la pinza de clampaje es un buen método de reducción [15][16].
Dadas
las altas tasas de mala reducción postoperatoria se ha planteado el uso de
reconstrucción tomográfica intraoperatoria utilizando la fluoroscopía en 3 dimensiones,
evitando la necesidad de solicitar TC postoperatorio.
La
fluoroscopia con reconstrucción 3D intraoperatoria permite generar imágenes a
partir de un punto definido, además de obtener imágenes bidimensionales
convencionales, permitiendo al cirujano cambiar las imágenes
convencionales por las multiplanares y realizar los cambios precisos.
Hemos revisado de forma sistemática la bibliografía considerando
que no se han documentado revisiones sobre la utilización intraoperatoria del
arco en C-3D para valoración de la reducción sindesmosis.
Materiales
y metodología
Realizamos
una búsqueda sistematizada en la base de datos MEDLINE, a través del buscador
electrónico “PubMed”; en la base de datos Lilacs y en el portal Timbó. Los
términos Mesh utilizados fueron “3D fluoroscopy”, “syndesmosis”, “O-Arm”,
“Ankle fractures”. Se combinaron los términos con el operador booleano “AND”
para incluir el uso de fluoroscopía 3D en las lesiones sindesmales y las
fracturas de cuello de pie. Las combinaciones utilizadas incluyeron: “3D
fluoroscopy” AND “syndesmosis”; “O-Arm” AND “syndesmosis”; “3D fluoroscopy” AND
“ankle fractures”; “O-Arm” AND “ankle fractures”.
Los
criterios de inclusion utilizados filtraron estudios en humanos, mayores de 15
años, publicados entre el año 2000 y 2021, con resultados del uso
intraoperatorio del arco en C-3D para la reducción de la sindesmosis, en idioma
inglés o español. Se excluyeron estudios en animales, pacientes menores de 15
años, y estudios cadavéricos.
Resultados
En
el buscador PubMed se obtuvo un total de 14 artículos, y en Timbó se
encontraron 288 artículos, con un total de 302 trabajos utilizando los términos
de búsqueda previamente mencionados. Se seleccionaron por título 18 artículos y
finalmente por análisis de resumen y texto completo se seleccionaron 7.
En
cuanto a los niveles de evidencia (NE) de los artículos seleccionados, 4 fueron
de NE II y 3 de NE III. (Tabla 1). La determinación de los niveles de evidencia
fue determinada mediante el uso de los criterios del Centro de Medicina Basada
en la Evidencia de la Universidad de Oxford de 2011. El flujograma PRISMA se
incluye en el Anexo 1 (Figura 1).
Tabla 1
Criterios de reducción sindesmal
Los criterios de reducción utilizados varían en los
diferentes estudios, lo cual demuestra su heterogeneidad. En 5 artículos fueron
definidos claramente [9][17-20], mientras que en otros 3
trabajos no lo fueron [21-23].
Davidovitch
et al., [19] definieron como criterios indicativos de lesión sindesmal, con
fluoroscopía convencional, un aumento mayor de 5 mm del espacio claro
tibioperoneo y una superposición
tibioperonea menor de 10 mm en el enfoque anteroposterior, mientras que en el
enfoque de mortaja era indicativo de lesión la superposición menor de 1 mm. La aparición
de cualquiera de estos criterios al realizar tanto la prueba de Cotton como la
maniobra de rotación externa forzada era indicación de fijación interna de la
sindesmosis.
Con
la TC postoperatoria con cortes axiales se establecieron criterios de reducción
sindesmal, siempre comparados con el lado contralateral sano. Las medidas se
tomaban a un centímetro del plafón tibial. Se determinan las distancias
anterior y posterior del peroné como una línea que une su borde anterior y
posterior con la incisura tibial respectivamente (Figura 2). Ambas líneas eran
perpendiculares a la línea antero-posterior, definida como aquella que une los
bordes anterior y posterior en la zona más ancha del peroné. Se continuó la
línea de la distancia fibular anterior y se trazó una paralela cortando el
borde anterior de la incisura (línea E). La diferencia entre ambas líneas era
la distancia de traslación anterior (Figura 2) [19]. Así mismo, se compararon
las medidas con el lado contralateral y las diferencias, a su vez, se separaron
en dos categorías de mala reducción, >1 mm o >2 mm.
Estos
criterios tomográficos no fueron aplicados en el intraoperatorio, donde se
utilizó el arco 3D para corroborar la correcta congruencia del peroné en la
incisura tibial.
Franke
et al., [17] definieron criterios de reducción intraoperatorios en los cortes
axiales de la reconstrucción 3D, siendo una línea elíptica armoniosa entre el borde
anterior del peroné y el plafón tibial, una adecuada posición del peroné dentro
de la incisura, la misma distancia de los espacios articulares del astrágalo,
maléolo interno y externo, así como la rotación correcta del maléolo externo,
reflejada por un posicionamiento congruente del peroné respecto al astrágalo.
En la reconstrucción coronal tomaron como criterios un ancho idéntico del
espacio articular entre los maléolos y el astrágalo, el ancho de la sindesmosis
y el largo del peroné.
Ruan
et al., [20] tomaron como criterio de reducción el propuesto por Gardner et al.,
[6], que considera es normal cuando, en el corte axial entre la escotadura y el
peroné, el espacio articular es simétrico (tomando la medida a 1 cm de la
articulación tibio-tarsiana), la diferencia entre la distancia de la faceta
anterior al borde anterior del peroné y el borde posterior con la faceta
posterior debe ser ≤2 mm, de modo que una diferencia mayor entre dichos
espacios traduciría mala reducción sindesmal. Por tanto, el defecto en rotación
externa, así como la traslación posterior del peroné se evidencia con un
aumento del espacio anterior, mientras que el aumento del espacio posterior significaría
mala reducción en rotación interna o traslación anterior.
Vetter
et al., [18] por su parte, utilizaron parámetros para la reducción del cuello
de pie en los diferentes cortes de TC postoperatoria. En una proyección axial tomaron
como criterios una línea continua elíptica entre el margen anterior del peroné
y la tibia; el peroné correctamente posicionado en la incisura con relación a
la topografía y ancho de la sindesmosis; la correcta rotación del peroné
reflejada por la posición congruente en relación con el astrágalo a 6 mm de la
articulación tibio-tarsiana; y un espacio tibio-peroneo y tibio-tarsiano de
igual valor. Por su parte, en el plano coronal consideraron que la
longitud del peroné fuese la adecuada.
Para
Cunningham et al., [23] los criterios de reducción determinantes de una mala reducción
con el arco 3D fueron los defectos rotacionales o traslacionales que dejaron a
criterio del cirujano, sin especificar ninguna medida. Sin embargo, realizaron TC
bilaterales del cuello de pie postoperatorias y definieron la mala reducción
como una traslación del peroné ≥2 mm o un defecto rotacional ≥6°. No
mostraron como realizar la medición de los defectos rotacionales.
Beck
et al., [9] en la reconstrucción 3D intraoperatoria tomaron tres criterios: (1)
peroné centrado en la incisura sin solapamiento del margen anterior de la tibia
(reconstrucciones axiales); (2) igualdad del espacio claro tibio-astragalino y
peroneo-astragalino (reconstrucciones axiales y coronales) y (3) congruencia del maléolo externo con la pared externa del
astrágalo como indicador de rotación y longitud (reconstrucciones
coronales). Además, establecieron criterios de reducción para las TC
postoperatorias bilaterales. Tomaron 3 medidas a 10 mm de la superficie
articular de la tibia. La distancia entre el borde anterior de la incisura y el
borde anterior del peroné, la distancia entre la mitad de la incisura y el
punto más cercano en el peroné y la distancia entre el borde posterior de la
incisura y el del peroné. Cualquier variación mayor de 2 mm en comparación con
el lado sano se tomó como patológica con requerimiento de revisión.
En
el artículo de Moon et al. [22] no se mencionan los criterios de
reducción de la sindesmosis, dejando a criterio del cirujano la calidad de
dicha reducción. Por último, la estabilidad de la sindesmosis fue evaluada con
la maniobra de rotación externa y el test de Cotton en la
mayoría de los artículos analizados [17] [20-23].
Mala reducción de la sindesmosis y sus causas
Ruan et al., [20] y Moon et al., [22] no especifican los defectos de
reducción sindesmal. En el primero destacan que la
diferencia entre la medida articular anterior y la posterior fue de 3,7 mm en
la primera fluoroscopía 3D y 1,7 mm en la segunda. La
primera reconstrucción 3D se realizó luego de la reducción y fijación de los
maléolos y la segunda se realizó al finalizar las correcciones en función de
estas imágenes. Por su parte, Moon et al., [22] evaluaron 13 fracturas de cuello de pie
con lesión sindesmal, de las cuales 23,1% requirieron corrección
intraoperatoria luego de la valoración con fluoroscopía tridimensional. Se
destaca que la corrección intraoperatoria de la sindesmosis fue la más frecuente
entre las revisiones de otras fracturas articulares según esta serie.
Si
bien en algunos de los artículos [9][19][23] evalúan los defectos rotacionales
mediante TC postoperatoria, no se mencionan de forma específica los defectos
reduccionales sindesmales en el intraoperatorio. Beck et al., [9] observaron
que el 15% de los casos requirieron correcciones intraoperatorias luego de la
evaluación tridimensional, debido a múltiples causas entre las que destacan la
corrección de la reducción del peroné en la sindesmosis, en un 7% de los casos;
cambio de longitud en los tornillos, en un 4%; presencia de fragmentos mediales
o posteriores de tibia insuficientemente fijados en un 3% y en 1% de los pacientes
se encontraron fragmentos osteocondrales intraarticulares no detectados con la fluoroscopia
convencional. En la evaluación postoperatoria con TC bilateral corroboraron una
correcta posición del peroné en la incisura tras las modificaciones
intraoperatorias.
Así
mismo, Cunningham et al., [23] encontraron un 47% de pacientes que requirieron
corrección intraoperatoria de la sindesmosis fijada provisionalmente por mala
reducción luego del uso del arco 3D sin precisar causa específica.
La
TC postoperatoria bilateral se utilizó para corroborar las reducciones
intraoperatorias con el arco 3D, siendo 10% los pacientes que presentaron
malreducción de la sindesmosis, de los cuales un 7% presentaron defectos de
traslación anteroposterior y 3% defectos rotacionales.
En
el trabajo de Davidovitch et al., [19], las tasas de mala reducción utilizando
TC postoperatoria bilateral fueron de 6% con fluoroscopía tridimensional y del 40%
con fluoroscopía convencional. Con la fluoroscopia tridimensional encontraron un
aumento de la distancia fibular posterior ≥2mm en el 6% de los casos y
con la convencional en el 5% y una disminución de la distancia fibular
posterior en el 35% . Por lo tanto, el defecto de reducción más frecuente con fluoroscopia
convencional fue la rotación externa del peroné respecto a la incisura.
Por su parte, Franke et al., [17] detectaron mala reducción de la sindesmosis o de la
fractura en el 33% de los casos tras el uso del arco 3D
intraoperatorio,
a pesar de tener valores radiográficos normales con el fluoroscopio convencional
durante la cirugía. La causa de corrección más frecuente fue la posición del
peroné en la incisura (25,5%). Dentro de los tipos de malposición del peroné,
por frecuencia, fueron el desplazamiento anterior (54%) y la rotación interna
del peroné (24%) y en menor medida el ensanchamiento de la mortaja
tibioperonea, el desplazamiento anterior asociado a la rotación interna, la
rotación externa, el desplazamiento posterior y el desplazamiento anterior
asociado a rotación externa.
Para
Vetter et al., [18] los defectos de reducción más frecuentes fueron la rotación
interna (31%) y la rotación externa del peroné respecto a la incisura de forma
aislada (16%) y en menor medida el desplazamiento anterior (13%), el
desplazamiento posterior (9%) y el ensanchamiento de la mortaja tibioperonea
(9%). La combinación de traslación anterior y rotación interna fue de 6%, en
tanto que la traslación posterior con defecto rotacional estuvo presente en un
6% de los casos de pacientes con mala reducción.
Resultados clínicos y funcionales
De
los artículos analizados, únicamente el trabajo de Vetter et al., [18] incluyó
la evaluación de resultados funcionales, viendo que los pacientes con reducción
anatómica de la sindesmosis presentaban menor grado de artrosis postraumática.
También constataron diferencias significativas a favor del grupo con reducción anatómica,
según la escala de Olerud-Molander y un mayor rango de movilidad, aunque no detallaron
la valoración del rango de movilidad del cuello de pie, ni la pérdida de
flexión plantar o dorsiflexión. Según Franke et al., [17] el pronóstico
funcional empeora en los pacientes en los que la diferencia entre ancho de la
sindesmosis es ≥1,5 mm. Si bien no mencionan los resultados funcionales
de su serie, sostienen que la fluoroscopía convencional intraoperatoria es
insuficiente para detectar esta diferencia entre la sindesmosis sana y la
patológica, por lo que el uso del arco 3D contribuiría a mejorar el pronóstico
funcional de esta patología.
Respecto
al tipo y características del intensificador 3D, la mayoría de los artículos
[17-19][22], utilizaron el
modelo SIREMOBIL Iso-C3D de Siemens y el ARCADIS Orbic 3D de Siemens fue en segundo
lugar el más usado [17][18][20]. Cunningham et al., [23] utilizaron el
intensificador Ziehm “Imaging 3D”, mientras que Beck et al., [9] se decantaron por el modelo
“Vario 3D” de Ziehm.
Un
aspecto a destacar es el tiempo quirúrgico adicional debido a la utilización
del arco en C 3D. Sewgún Ruan et al., [20] la cirugía aumentó entre 3 y 6
minutos por paciente, mientras que Cunningham et al., [23] obtuvieron un tiempo
adicional entre 5 y 10 minutos por paciente, dependiendo si fue necesario
realizar un cambio en la reducción.
Discusión
El
objetivo de la presente revisión es sintetizar la evidencia disponible acerca
del uso intraoperatorio de la reconstrucción tridimensional para la reducción
de la sindesmosis tibio-peronea. Mediante el análisis de los artículos
seleccionados, la mayoría recomiendan la utilización de la fluoroscopía 3D
intraoperatoria [9][17][18][20][22][23] por su elevado porcentaje de corrección
[17][20], incluso cuando se comparan las imágenes convencionales con el lado
sano [23]. La dificultad para valorar la reducción con imágenes bidimensionales
está relacionada con la superposición radiográfica de las estructuras involucradas,
así como las características anatómicas individuales, que pueden sobreestimar
una reducción correcta [18]. Es por esto que el uso del arco 3D disminuye la
tasa de reintervenciones quirúrgicas por defectos de reducción con la mejor
valoración de la sindesmosis [22]; sobre todo los defectos rotacionales del
peroné que son difíciles de detectar con la fluoroscopía convencional [24-26]. Si
bien la referencia para detectar defectos sindesmales es la TC [9][18], varios
autores validan la extrapolación de las imágenes intraoperatorias del arco 3D a
las obtenidas con la TC [20]. Con todo esto, las posibilidades de lograr una
reducción anatómica de la sindesmosis aumentan permitiendo mejorar el
pronóstico funcional de los pacientes [18].
En
contrapartida a esta postura, uno de los artículos analizados [19] plantea que
el arco 3D no reduce las tasas de mala reducción de la sindesmosis, si bien
utiliza criterios de mala reducción distintos en el intraoperatorio y en el postoperatorio.
Los
parámetros de fluoroscopía convencional para determinar inestabilidad o diástasis
de la sindesmosis fueron detallados en uno de los artículos [19], siendo el
espacio claro tibio-peroneo y la superposición tibio-peronea los utilizados.
En
la mayoría de los artículos, la estabilidad de la sindesmosis fue valorada con
el test de Cotton [17-19][20][23], mientras que la reconstrucción 3D
intraoperatoria fue realizada por todos los autores luego de obtener una
reducción satisfactoria con imágenes de fluoroscopía convencional.
Por
otra parte, los criterios de reducción utilizados con la técnica 3D fueron
heterogéneos. Esto puede explicarse por la variabilidad morfológica de la
incisura tibial, que puede tener forma cóncava (75%), convexa (16%) o neutra
(8%), impidiendo obtener medidas con un mismo método y valorar la rotación [9].
Más aun, está bien establecido que el complejo sindesmal puede ser asimétrico
respecto al contralateral sano [9], todo lo cual hace a la diversidad de los
métodos de medición paramétricos de la sindesmosis. Mas allá de esta
diversidad, los parámetros más utilizados en los estudios seleccionados fueron
en la proyección axial la presencia de una línea continua elíptica siguiendo el
borde anterior de la tibia y del peroné, la posición centrada y congruente del
peroné en la incisura y la igualdad del espacio articular tibio-astragalino y
peroneo-astragalino [9][17][18], en tanto que en la proyección coronal fueron
la congruencia entre el maléolo externo y la cara lateral del astrágalo para
determinar la rotación y longitud del peroné, la igualdad del espacio articular
entre los maléolos y el astrágalo, y el ancho de la sindesmosis [9][17][18].
En
cuanto a la corrección intraoperatoria luego de la reconstrucción 3D vemos que,
en los artículos incluidos en la presente revisión, los pacientes requirieron
correcciones en un rango del 15% al 47%, ya sea por reducción de la sindesmosis
o de la fractura o por la posición de los implantes (Tabla 2).
Tabla 2
*Corrección intraoperatoria: se incluyen defectos de reducción de la fractura, de la sindesmosis y de la posición de los implantes.
Respecto
a las causas de corrección, notamos que se menciona únicamente en tres
artículos [17-19], siendo la traslación anterior y rotación interna del peroné
los defectos de reducción más frecuentes. Respecto a los resultados
funcionales, únicamente uno de los artículos los analiza [18] demostrando que
una reducción anatómica de la sindesmosis mejora el rango de movimiento y el
resultado funcional, con menor grado de artrosis postraumática a largo plazo.
La
utilización del arco en C 3D permitió en la mayoría de los estudios, detectar y
corregir un porcentaje importante de defectos en la reducción de la sindesmosis
luego de la valoración mediante fluoroscopia convencional. La principal causa
de corrección intraoperatoria fue la rotación interna del peroné, mientras que
la traslación anterior fue el defecto más frecuente en uno de los estudios
[17][18]. La corrección de la reducción en el intraoperatorio permitiría
disminuir el índice de reintervenciones quirúrgicas y mejorar los resultados
clínicos a largo plazo en los pacientes con lesiones inestables de la
sindesmosis.
Parece
difícil establecer un consenso en cuanto a los criterios de reducción
aceptables para la sindesmosis utilizando el arco en C-3D por la variabilidad anatómica
de la propia articulación y la utilización de diferentes equipos de
fluoroscopía. Sin embargo, los criterios más utilizados fueron la línea continua
siguiendo el borde anterior de la tibia y del peroné, la posición centrada del
mismo y la igualdad de los espacios articulares tibio-astragalino y peroneo-astragalino.
A su vez, la mayoría de los artículos utilizan los espacios articulares en la
incisura y su comparación con el lado sano para determinar los defectos
rotacionales del peroné. No obstante, la variabilidad morfológica de la
sindesmosis hace difícil la utilización consensuada de un método específico
para valorar la rotación del peroné. Se reafirma que la reducción anatómica
sindesmal traduce mejores resultados funcionales a largo plazo y menor incidencia
de artrosis postraumática.
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Figura
1. Flujogama PRISMA
Figura
2. Mediciones comparativas para evaluar la reducción sindesmal. Extraída del
artículo de Davidovitch et al. A) línea anteroposterior. B) distancia articular
posterior. C) Distancia articular anterior. D) Extensión de la línea anterior.
E) Línea incisural anterior. Distancia D-E) Traslación anterior.
Figura 2