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La filosofía del arquero de fútbol y sus lesiones más comunes

The philosophy of the soccer goalkeeper and its most common injuries

La filosofía del arquero de fútbol y sus lesiones más comunes

La filosofía del arquero de fútbol y sus lesiones más comunes 

 

A filosofia do goleiro de futebol e suas lesões mais comuns

 

The philosophy of the soccer goalkeeper and its most common injuries - La filosofía del arquero de fútbol y sus lesiones más comunes 

 

 

Mario Daniel Stumbo


 

 

Resumen

El arquero debe tener una personalidad especial y dentro del equipo de fútbol sigue un plan diferente al del resto de los jugadores, pero siempre dentro del equipo. Estudiamos aspectos psicológicos y culturales del arquero y exponemos sus lesiones más frecuentes.

 

Palabras clave: fútbol, portero, lesiones, deporte

 

Abstract

The goalkeeper must have a special personality and within the soccer team he follows a different plan than the rest of the players, but always within the team. We study psychological and cultural aspects of the goalkeeper and expose their most frequent injuries.

 

Keywords: soccer, goalkeeper, injuries, sport

 

Resumo

O goleiro deve ter uma personalidade especial e dentro do time de futebol segue um plano diferente dos demais jogadores, mas sempre dentro do time. Estudamos aspectos psicológicos e culturais do goleiro e expomos suas lesões mais frequentes.

 

Palavras-chave: futebol, goleiro, lesões, esporte


 

 

Introducción

Empiezo este trabajo con las palabras de Ubaldo Matildo Fillol, uno de los mejores arqueros del mundo de todos los tiempos; cuando le pregunté: “Pato, porque fuiste al arco”.  Y él con su simpleza me contestó: “Soy arquero por el destino. En mi ciudad natal jugaba de arquero o jugador por esa pasión y amor loco que le tengo al fútbol. Pero cuando fui a Quilmes me dijeron: acá no está en un potrero, tiene que decidir. Y por esas cosas de la vida dije “arquero”. Con el tiempo me di cuenta que fue una decisión sabia, porque tengo condiciones naturales para el puesto, genética, piernas estupendas, reflejos maravillosos y una reacción única. Todo eso no lo trabaje, lo enriquecí con el tiempo. Viví muchas cosas en mis 21 años de carrera deportiva, y de eso no te podés separar, es algo que nace y se muere con vos. Por eso nunca dejaré de ser arquero y sentir orgullo por ello”. Estas palabras definen lo que es ser arquero, un sentido de pertenencia para toda la vida de ese puesto, y que en la mayoría de los casos nace por causalidad, no casualidad.

No hay dudas que el arquero de futbol es diferente al jugador de campo y en este capítulo trataremos de marcarlas. Abordaremos al portero desde la mitología; la psicología; la educación, literatura y arte; la fisiología, y sus lesiones más comunes.

La mitología

En nuestra lengua tan rica existe una gran variedad de sinónimos para cada palabra. En el fútbol, el arquero, también cuenta con sinónimos: portero, guardameta o cancerbero entre otros tantos. Con este último término el fútbol, mitología y lengua se unen. La mitología griega como la romana hablan del mismo personaje, pero con el nombre cambiado: Kérberos y Cerberos. Se trata de un monstruo con tres cabezas de perro y una cola con forma de serpiente que se encarga de vigilar las puertas de Hades, es decir, del Infierno. Su misión era evitar que los muertos salieran de allí y que los vivos no pudiesen entrar. Es por eso que a los porteros también se los llaman cancerberos, ya que estos defienden su infierno, el; evitando que los vivos, es decir, los goles, entren allí. Según la mitología clásica, Cancerbero era un excelente portero, pues en toda su carrera deportiva, solo recibió dos goles: uno de Orfeo, que fue ayudado por los dioses, que con un dulce canto lo distrajo para entrar al Infierno en busca de su amada, Eurídice; y otro, de Hércules (foto 1). Este último se enfrentó al monstruo de tres cabezas, ahogándolo con la fuerza de sus brazos y lo sacó al mundo exterior para ofrecérselo a Euristeo. Como este lo vio al cancerbero tan feo y terrorífico, decidió devolverlo a las puertas del infierno.

La psicología del arquero                                                                                                                                     

El puesto de arquero es el más ingrato y requiere de un gran control de las emociones. Son los jugadores que más desarrollan su autoestima ya que se les perdona menos y se les exige más. Y delante de una red, gozan y sufren en soledad detrás de todos. Un viejo amigo de los tres palos siempre decía: ``que van a saber de la soledad si nunca fueron arqueros``. El portero debe desarrollar aptitudes psicológicas para el puesto: confianza en sí mismo, capacidad de análisis y concentración, tolerancia al fracaso y liderazgo. Pero hay cosas que no se entrenan como la personalidad y el carácter. Por todo lo dicho anteriormente, no es casualidad que en el fútbol la tasa de suicidio sea más alta en los arqueros (como fue el caso de Robert Enke, entre otros). Por todo esto creemos que el entrenamiento físico y psicológico en los arqueros es fundamental. 

Es el único puesto individual en un deporte de equipo. Los arqueros son diferentes, entrenan en forma diferenciada, se visten distinto, “tienen que estar un poco locos”.

Educación, literatura y arte

Herbella en su tesis [1] nos muestra que el porcentaje de deserción escolar en el fútbol según la UNESCO es del 25% en el secundario a nivel nacional y que en los arqueros fue del 28,6%.  El 67,8 % de los porteros estaban estudiando o completaron el secundario (39,3 y 28,5 %) y llegaron al nivel terciario un 3,6%. Los mediocampistas mostraron mayor compromiso educativo (Figura 1).                                                                                                                                                                                                                                              

 

Figura 1 Nivel educativo del futbolista, según posición en el campo de juego

 

El psicólogo deportivo argentino, Marcelo Roffé dijo: "el arquero está mucho más desarrollado intelectualmente que la mayoría de los jugadores ya que la mayor parte de los libros publicados por protagonistas del fútbol fueron escritos por arqueros", entre los que nombró a A. Carrizo, H. Schumaher, A. Zubizarreta y C. Taffarel. En la cultura popular, Eduardo Galeano dijo: “Los demás jugadores pueden equivocarse, pero se redimen mediante una finta espectacular, un pase magistral o un disparo certero: él no. La multitud no perdona al arquero. Con una sola pifia, el guardameta arruina un partido o pierde un campeonato, y entonces el público olvida súbitamente todas sus hazañas y lo condena a la desgracia eterna. Hasta el fin de sus días lo perseguirá la maldición”.       Muchos escritores y artistas fueron arqueros. Citamos a algunos de ellos. Henry de Montherlant, definió al portero como “un tipo solitario que encierra sus pulsiones más íntimas, bajo llave, en la jaula de la portería”. En el césped, Vladimir Nabokov, en Habla, memoria; decía que no se sentía enjaulado, todo lo contrario: “la portería guardaba un secreto y él disfrutaba siendo su cancerbero”. Contaba Petón, “únicamente, las estiradas de Salvador Dalí se enfrentaron con sus plongeons”. Hasta que “una tarde se puso una chalina, una corbata ancha y una boina. En el siglo XIX se fue a Madrid y dejó en una percha de Cadaqués sus guantes, sus rodilleras y su gorrilla de portero. No se puso más entre los tres palos”. Los penaltis eran el mayor de los castigos, como explicó el inolvidable arquero retirado, Josef Bloch, que dibujó Peter Handke. 

Jean Paul Sartre escribió: “Un buen guardameta es aquél que con su peculiar actuación sobrepasa sus facultades y salva más veces a su equipo”. Otro poeta, Mario Benedetti, también fue golero. Le seducía “el aura especial que flota bajo el travesaño y confiere a los guardavallas un aire distante, misterioso, solitario, impasible”. Compartía con el Che Guevara dos cosas: el asma y el amor por el arco. El Che, contaba su padre, junto a uno de los palos, escondía un inhalador que usaba después de cada estirada.  El Nobel, García Márquez, narró así su última parada: “Empezamos a jugar con pelotas de trapo y alcancé a ser un buen portero, pero cuando pasamos a balón de reglamento sufrí un golpe en el estómago con un tiro tan potente, que hasta allí llegaron mis ínfulas”. Albert Camus, Nobel de literatura en 1957, decidió convertirse en portero. Desgraciadamente, el 4 de enero de 1960, se estrelló con su coche.  Entre los hierros, se encontró el manuscrito, de su puño y letra, de El primer hombre. Una de las últimas frases dice: “Aquel adolescente flaco y musculoso……, acababa de ser designado portero titular del equipo del Liceo”. Aquel accidente no nos privó de su filosofía: “en la soledad del área, la importancia del yo; en el vestuario, la del nosotros para enfrentar al ellos”.

 

La fisiología y entrenamiento del arquero:

El arquero realiza acciones aisladas, de alta calidad, con un gran componente perceptivo, con decisión rápida (reacción) y muy exigentes. En un partido las repeticiones de un mismo esfuerzo o acción son muy pocas. El perfil de intensidad supone esfuerzos anaeróbicos de corta duración cuando está comprometido directamente en el juego. Por lo tanto, la exigencia física en sus entrenamientos debe ser concreta, explosiva, de acciones breves e intensas con periodos de recuperación adecuadas. Por ejemplo, en un penal la velocidad del balón llega a ser de 125 km/h llegando a la red entre 0,2 y 0,3 segundos; en ese corto período, el arquero debe tomar la decisión que hacer. En un análisis estadístico de las intervenciones de los arqueros, se obtuvo los siguientes datos:  Acciones defensivas de recuperación de balón 18% (bloqueos) y de no recuperación de balón (rechazos, despejes, desvíos y prolongaciones) 10,9%, y acciones ofensivas de reinicio de juego (saques de meta, libres directos y saques de banda) 33,8% y de continuidad del juego (pases con pie y manos, control, conducciòn) 37,1% [2]. Por las actuales reglas de juego, el 30% de estas aciones fueron hechas con las manos y el restante 70% con los pies.  En un trabajo que estudió el perfil de 62 arqueros profesionales durante 109 partidos en la English Premier [3], se vio que la distancia recorrida promedio fue de 5.611 ± 613 m, de los cuales 4.025 ± 440 m los hizo caminando, 1.223 ± 256 m trotando, 221 ± 90 m corriendo y solo 67 ± 34 m acciones de alta y muy alta velocidad. Estos últimos movimientos explosivos estuvieron separados por pausas prolongadas.   

El arquero utiliza la vía anaeróbica aláctica para obtener ATP, a diferencia de un mediocampista donde el metabolismo anaeróbico láctico y aeróbico son los más usados. Por consiguiente, si realizamos entrenamientos con muchas repeticiones de alta intensidad y poca recuperación; generamos situaciones que no son alcanzadas en competición, acumulando ácido láctico, promoviendo la fatiga muscular y el aumento de lesión [Peidró, 2017].

 

Lesiones más comunes del arquero 

 

A continuación describiremos las lesión más comunes y típicos del arquero.

La mano del arquero                                                                                                                           

Es verdad que el portero hoy juega más con los pies que con las manos, como vimos anteriormente. Pero el mecanismo lesional de “la mano del arquero” no ha cambiado con los años. Es una atlopatía del puesto.                                                                                                                      

El guardameta durante su actividad pasa por varios estados: (1) alerta pasiva, (2) alerta activa, (3) de acción y (4) fase de puesta en juego.                                                                                                                      

Las lesiones de la mano del arquero se producirán generalmente en la fase de acción. En esta se pueden producir tres acciones técnicas diferentes: el bloqueo, el desvío y el despeje [4]. (1) Bloqueo: el arquero espera la pelota con una flexión del codo de unos 140° y una extensión de la muñeca de unos 40°. A nivel metacarpofalángico e interfalángico existe un equilibrio entre flexores y extensores y el pulgar en discreta abducción. Cuando llega la pelota, hay una resistencia de los extensores de los dedos y de la muñeca; posteriormente hay un movimiento de flexión, con el balón en las manos, gracias a una discreta aducción y flexión de la muñeca acompañada de una potente flexión de los dedos. Luego hay una protección instintiva del balón por las manos y cuerpo. Aquí por amenaza de un contrario se puede producir contusiones sobre las manos, principalmente a nivel de los metacarpianos. (2) Desvío: En esta acción el miembro superior está en extensión completa y contraído para resistir la fuerza del balón, y así desviarlo. Esta situación puede provocar lesiones a nivel de las articulaciones interfalángicas. Ejemplo típico es el enganche del dedo meñique en el suelo, lesionando cápsula y ligamento lateral interno de articulación interfalángica proximal (Figura 2).  (3) Despeje: Es un “puñetazo” a la pelota, que nos recuerda a la mano del boxeador. Puede producir lesiones en el carpo. Ejemplo es despejar con los puños en un tiro de esquina.

 

Figura 2. Luxación IFP, artrosis meñique y deformidad característica del arquero

 

A su vez, podemos clasificar estas lesiones en agudas y crónicas. En las lesiones agudas tendremos lesiones: capsulares, ligamentosas, tendinosas y óseas [5].

Lesiones agudas

  • Lesiones capsulares

Por caída de una pelota sobre el dedo en extensión, produciendo un mecanismo de hiperextensión a nivel de la articulación interfalángica proximal, con lesión de la placa volar. Se producen en el desvío o en un bloqueo. El tratamiento seria tres o cuatro semanas de inmovilización con la interfalángica proximal a 15° - 30° de flexión. Pero en arqueros profesionales se tratarán con vendajes funcionales, con secuelas mínimas a corto plazo que darán lesiones degenerativas a largo plazo. 

  • Lesiones ligamentosas: 

Son las más frecuentes y generalmente parciales. También se producen en el desvío, en el bloqueo (articulación metacarpofalángica del pulgar) y en las caídas. El tratamiento debería ser inmovilizar las articulaciones interfalángicas flexionadas durante tres semanas. El tratamiento en el profesionalismo será con vendajes funcional.    

  • Lesiones tendinosas: 

Las más comunes son las roturas del extensor en dorso de falanges distales. El mecanismo es por flexión violenta de la falange distal cuando la interfalángica distal está en extensión activa. Puede producir un arrancamiento óseo extraarticular y provocando una fractura intraarticular. Clínicamente la falange distal está una flexión con una incapacidad a la extensión dando lugar al dedo en martillo o "mallet-finger". Esta lesión en los niños puede producir una epifisiolisis. El tratamiento ortopédico (falange distal en hiperextensión durante 4 a 6 semanas con la articulación interfalángica proximal libre), o tratamiento quirúrgico.                                                

Las luxaciones interfalángicas son consecuencia de la asociación de estas tres lesiones agudas. Se producen en choques directos. Las luxaciones más frecuentes son las interfalángicas proximales. Estas generalmente se reducen en el campo de juego, no acudiendo a la consulta médica. Solo se opera cuando no se logre una reducción perfecta o cuando existe una gran inestabilidad. El tratamiento de las luxaciones metacarpofalángicas (muy poco frecuentes) generalmente se resuelven en forma quirúrgica. 

  • Lesiones óseas: 

Se producen por caída o choque directo, al despejar un balón o protegiendo la pelota tras el bloqueo. Las fracturas más frecuentes serán las de los metacarpianos (cuarto, quinto metacarpiano), fracturas del tercio distal del radio, escafoides [6] y falanges. Los tratamientos serán ortopédicos o quirúrgicos.

Lesiones crónicas

Las lesiones crónicas estarán relacionadas con los tratamientos incorrectos de las lesiones agudas y con el impacto repetitivo que recibe la articulación radiocarpiana al atrapar el balón. Pensemos que en un entrenamiento el arquero puede contactar el balón unas 100 veces. Alteraciones del escafoides, son muestra evidente de ello. De esta manera tenemos las "manos del portero de fútbol" [7]. Estas tienen una articulación radio-cubital ancha, con un leve déficit en la extensión de la muñeca y con ensanchamiento residual en articulaciones interfalángicas. (Figura 3). 

A pesar de ello los arqueros pueden realizar sus trabajos habituales sin problema alguno.                                                                                                              Prácticamente no hay registros de estas lesiones, ya que, al ser bien toleradas, los arqueros no pierden días de actividad y no entran en la definición de lesión deportiva. 

 

 

Figura 3. Deformidad del meñique tras tratamiento conservador y fractura de escafoides

 

Con respecto a los guantes de arquero, conocer los tipos de cortes es de mucha importancia a la hora de escogerlos. Cuando nos referimos a “cortes”, hablamos de la terminación que tienen los guantes a la altura de los dedos. Estos pueden ser: (1) corte Flat, cosido por fuera, mejor agarre, menos amortiguación y mayor flexibilidad de dedos, (2) corte Roll Finger, cosido por fuera, mayor amortiguación y menos flexibilidad de dedos), (3) corte Negativo, cosido por dentro, mayor sensibilidad y ajuste de mano, muy técnico y requiere mucha precisión y (4) cortes Híbridos. 

 

Figura 4. Guante de portero con varillas en el dorso

 

La tecnología en los guantes también nos permite elegirlos según el uso (entrenamiento, partido, superficies y climas) y lesiones, atajar con protección, como es el caso de los guantes Pro Ortho Tec con varillas en dorso (Figura 4) que se colocan parcialmente según el dedo y región comprometida, protegiendo la extensión de los dedos sin comprometer la flexión). También, es muy importante conocer los tipos de vendajes de contención e inmovilización a utilizar [Adrián Peláez].                                                                                                                    

Lesiones de hombro, codo y muñeca 

Los arqueros están más expuestos a los trastornos del hombro que otros jugadores de campo. Se desarrolló un programa, el hombro FIFA 11+, que se enfoca en la prevención de lesiones en el hombro en porteros de fútbol. Este programa tiene tres partes: ejercicios de calentamiento general, ejercicios para mejorar la fuerza y el equilibrio de los músculos del hombro, el codo, la muñeca y los dedos, y ejercicios avanzados para la estabilidad central y el control muscular. Se eligieron los ejercicios en base a estudios de electromiografía. Un tercio de las lesiones de hombro (28%) sufridas por futbolistas profesionales son graves debido a que se detiene durante más de 28 días [8]. Cuando hablamos de luxación glenohumeral (Figura 5), se trata de una lesión grave que en el 84% de los casos compromete el labrum, asociada al manguito rotador en un 8%. El mecanismo de lesión puede ser directo o indirecto (más frecuente). Esta afección para el arquero de fútbol, como otros deportes (básquet, vóley, handbol, lucha, rugby), significa un alto riesgo para retornar a la competencia en la misma temporada. El tratamiento indicado es la reparación artroscópica en el primer episodio debido a su alto porcentaje de recidiva (80 a 94%). Es común encontrarnos con lesiones de SLAP relacionado con los lanzamientos con el miembro superior. Generalmente resueltas en forma incruenta.                                                                                                                             Las epifisiolisis de radio se producen comúnmente en niños o adolescentes cuando intentan bloquear un disparo directo con balones de tamaño del adulto.  Por lo tanto, jugar con pelotas apropiadas para la edad, trabajar la técnica del bloqueo y al caer.      

Con respecto a la luxación acromioclavicular (Figura 6), su tratamiento generalmente es conservador, solo son quirúrgicas cuando hay dolor crónico y gran inestabilidad con disquinesia escapular. En caso de optar por un tratamiento quirúrgico en lesión aguda, sugerimos usar injerto biológico según técnica y técnica de las 5 hebras.

Si bien la incidencia general de lesiones en el hombro y el codo en jugadores de fútbol fue de 2,7/10.000, la incidencia entre los porteros fue 4,6 veces mayor (8,3 frente a 1,8/10.000). Las mujeres arqueras fueron más afectadas, con incidentes de lesiones 7,7 veces más altos que las jugadoras de campo, y 1,9 veces más altas que los porteros varones [9]. 

Las lesiones óseas más comunes de codo son: fractura cúpula radial (Figura 6) por caída con la mano con codo extendido (con o sin luxación), apófisis coronoides y fractura de Monteggia. La lesión ligamentosa más común es la del ligamento lateral interno por bloquear el balón con la cara cubital de la mano con el miembro superior en extensión y supinación o al cargar el peso al apoyar la mano con brazo en extensión. Las bursitis olecraneanas se producen por trauma directo. 

 

Figura 5. Luxación escápulo-humeral

 

Figura 6. Fractura de la cabeza radial

Traumatismo cráneo-encefálico o concusión 

Las conmociones cerebrales son incidentes comunes en los deportes, que producen una alteración en el funcionamiento físico o mental debido a un golpe en la cabeza, sin que sea necesaria la pérdida de la conciencia. Generalmente en los arqueros son lesiones cerebrales traumáticas leves; por lo tanto, muchas veces son subestimadas (Figura 7). 

Figura 7. Las conmociones deben estar protocolizadas y retirar al jugador ante cualquier sospecha de concusión con pérdida de conocimiento. Esto es, a veces, problemático con los arqueros

Muchas de estas conmociones se deben al impacto con otros jugadores, el piso, postes del arco o por disparos a corta distancia con poco tiempo de reaccionar y proteger la cabeza. En el fútbol, los arqueros y los centrocampistas defensivos mostraron la mayor cantidad de concusiones [10]. El puesto de portero es considerado una actividad de moderado riesgo, juntamente con el esquí y la gimnasia artística para sufrir lesión de columna cervical, altamente relacionado con el traumatismo de cráneo. Los de alto riesgo son el fútbol americano, rugby y hockey sobre hielo.                                                                     

Como mecanismo preventivo, se debe entrenar la técnica en el ataque al balón cuando el arquero va al piso contra un contrario para que su cráneo no sea “pateado”, con la columna cervical con leve flexión y las manos protegiendo la cara; al ir a buscar el balón en el aire luego de un tiro de esquina cubrirse con los codos la cabeza. Con respecto a los cascos de protección, podrán reducir el riesgo de hematomas, cortes e incluso fracturas de cráneo. Pero no limitan las fuerzas de rotación producidas por traumatismo. También preocupa que un jugador pueda jugar más agresivamente cuando se use el casco, pudiendo aumentar el riesgo de lesión. Si hablamos de la enfermedad neurodegenerativa como la causa de muerte no difirió entre los porteros y los jugadores de campo, pero los medicamentos relacionados con la demencia se prescribieron con menos frecuencia a arqueros [11].

Otras lesiones

Rodilla

Los porteros son significativamente menos propensos a sufrir una lesión del ligamento cruzado anterior en comparación con los jugadores de campo. Con respecto a la patología femoropatelar, la lesión del cartílago es más común en el arquero por traumatismos repetitivos de caídas, ejercicios en flexión y torsión de rodilla. La patología degenerativa en dicha articulación es más común en el portero que el jugador de campo. Relacionado con el salto también nos encontramos con tendinopatía rotuliana, más comúnmente en la rodilla del miembro no dominante. Por traumatismos directo sobre la rodilla, las bursitis están presentes con frecuencia. 

El complejo posterolateral en el arquero se lesiona con frecuencia. El mecanismo se produce por trauma directo en tercio proximal (si fuera en tercio medio o distal, puede producir la fractura de tibia) de la cara anterior-interna de pierna, produciendo en cajón posterior y varo forzado, lesionando de ligamento cruzado posterior (LCP) y complejo lateral. La lesión del LCP aislada es más tolerada por el cancerbero. Generalmente es operado si existe lesión asociada al complejo lateral.

Lumbalgia

Es una sintomatología que se presenta frecuentemente en los arqueros. Cuando el dolor es persistente puede estar relacionada con discopatías o secuelas de espondilolisis o listesis (Figura 8), que aparecen con más frecuencia en los arqueros de nivel inicial e intermedio (8 a 16 años). 

Figura 8. Espondilolisis y discopatía en dos arqueros

 

Tobillo 

Las lesiones más comunes son los esguinces de tobillos. Con respecto a la movilidad, la flexión dorsal de tobillo con rodilla en extensión y flexión fue mayor en los arqueros en comparación con los jugadores de campo [12].

Cadera 

El arquero de fútbol a menudo se zambulle hacia un lado cargando sobre su cadera produciéndose diferentes lesiones: contusiones, abrasiones y bursitis trocantérica. Se debe tener sumo cuidado con los arqueros preadolescentes con sus caídas repetitivas sobre la cadera para evitar deformidades (tipo CAM) por microepifoisilisis y sobre entrenamiento [13]. En general, los arqueros aficionados se lesionan con más frecuencia que los profesionales. En el césped artificial hubo una tasa de lesiones más alta que el césped natural, aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa. El uso de ropa deportiva protectora (de cadera) influye en forma significativa en la tasa de lesiones de piel y contusas. Los porteros tienen un perfil fisiológico y biomecánico específico que incluye la carga de la cadera con una mayor cinética en el plano frontal y saltos laterales explosivos. Por lo tanto, son propensos a sufrir de los aductores por el uso excesivo [14], pero la incidencia es menor que los jugadores de campo [15].  

Con respecto a los rangos de movilidad de cadera, la limitación fue mayor en los jugadores de campo. En un estudio se encontraron diferencias significativas entre las caderas para la flexión en abducción, flexión en rotación interna y externa en aproximadamente el 30% de los jugadores de campo, mientras que en arqueros no fue significativo. El análisis encontró pequeñas diferencias entre jugadores y arqueros para flexión de cadera con rodilla extendida, extensión, rotación interna y externa de cadera. Sin embargo, se encontraron diferencias moderadas para flexión con rodilla flexionada y abducción de cadera, donde los porteros mostraron mayor rango de movimiento que los jugadores de campo [12]. 

Conclusión 

Hay pocas dudas que los arqueros son diferentes a los jugadores de campo. Por el uso de las manos en el juego, el tipo de movimientos, su vestimenta, su psicología, su fisiología de entrenamiento. Por lo tanto, no debería sorprendernos que el portero de fútbol tenga diferentes tipos y causas de lesiones. Pero a su vez, la buena noticia, es que se la estadística de lesiones en los guardametas es menor que en los jugadores de campo. Sin embargo, cuando se lesionan, estas afecciones pueden influir significativamente en el juego individual y equipo.

 

Bibliografía 

  1. Herbella JM. Aspectos sociales, demográficos y deportivos relacionados con la educación y el desarrollo profesional del futbolista juvenil. Tesis doctoral. Universidad de Buenos Aires. 2016
  2. Pogany E. Desde el arco. 1994 
  3. Giombini A, Innocenzi L, Di Cesare A, Di Salvo W, Fagnani F, Pigozzi F. Partial ruptura of the distal bíceps brachii tendón in elite waterpolo goalkeeper: a case reporto f conservative treatment. J Sports Med Phys Fitness. 2007; 47:79-83.
  4. Sola, R., Martí, J., Mateu, A., Biosca, F. Estudio anatómico y lesional de la mano del portero de fútbol. Apunts Sports Medicine. 1985; 22:91-5
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  7. Hilber F, Wiesenberg A, Kerschbaum M, Ernstberger AWorlicek MNerlich M, et al. Funktionale Defizite and Hand-und Fingergelenken bei Torhütern nach einer 20-jährigen Karriere im Amateurfußball. Sportverletz Sportschaden. 2019; 33:142-8.
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  13. Matsuda Y, Kobayashi N, Inaba Y, Kubota SYukizawa YChoe H, et al. Reactive Osteochondromatous Lesion of the Femoral Neck in a Highly Active Preadolescent Patient: Is This the Pathogenesis of a Cam Deformity? Clin J Sport Med. 2018; 28:95-7.
  14. Chala J,  Sherman B, Cinque M, Miranda A, Garrett WE, Chiampas G, et al. Hallazgos epidemiológicos de lesiones de fútbol durante la Copa de Oro 2017. Orthop J Sports Med. 2018; 6:2325967118791754.
  15. Lundgårdh F, Svensson K, Alricsson M. Epidemiology of hip and groin injuries in Swedish male first football league. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 2020; 28:1325-32.

 

 

 

Foto 6 (Fractura Escafoides)

 

Foto 7 (Mano del arquero)

 

Foto 8 (Guante con varilla Pro Ortho Tec)

 

Foto 9 (vendaje funcional IFP)

 

Foto 10 (luxación glenohumeral)

Foto 11 (luxación acromiclavicular)

 

Foto 12 y 13 (fractura cúpula radial)

Foto 14 (trauma de cráneo leve)  

Foto 15 y 16 (lisis y discopatia)




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