Frecuencia del síndrome del niño maltratado y lesiones asociadas en una población pediátrica en tiempo de pandemia.
Frequency of abuse child syndrome and associated injuries in a pediatric population in times of pandemic
Frequência da síndrome da criança batida e lesões associadas numa população pediátrica em tempos de pandemia
Rubén
Darío Dumet-Pimentel 1 , ORCID 0000-0002-4843-350X
Pedro
Jorba-Elguero 2 ,ORCID
0000-0002-1948-4290
Eduardo
Modiano Gritzewsky 3, ORCID 0000-0002-8144-1304
Cristofer
Geovanny JaramilloZamora 4 ,ORCID 0000-0001-7317-136X
Araceli
Romero Centeno 2
1. Hospital General Docente de
la Policía Nacional (Hosgedopol) Republica Dominicana, 2. Hospital Pediátrico
Legaria. Ciudad de México, 3. Hospital Pediátrico Legaria. Ciudad de México, 4.
Hospital del IESS Manuel Ygnacio Monteros Loja - Ecuador
Correspondencia
Dr. E. Modiano
Departamento de Ortopedia Pediátrtica,
Instituto Nacional de Rehabilitación, Ciudad de México, México
2da calle B1-10
Lomas del Sur San José Villa Nueva, CP 01064,
Tel: 502+56332349,
e-mail: traumatologiajose@gmail.com
Resumen
Objetivo: Estudiamos la incidencia del síndrome del
niño maltratado durante el tiempo de pandemia, considerando que el
confinamiento pudo aumentar la frecuencia de este problema en nuestro medio.
Método:
Se realizó un estudio descriptivo, transversal, retrospectivo en nuestro centro
durante dos años de pandemia (2020-2022). Se detectaron 40
niños con síndrome del niño maltratado, representando una incidencia de casos
de un (4%). Se rellenó un cuestionario y se incluyeron niños menores de 18 años hospitalizados por maltrato
físico. Se excluyeron menores de edad que fueron agresiones de tipo sexual.
Resultados: Observamos una mayor prevalencia en preescolares y lactantes (40%, n=16) y
de sexo masculino (57,5%, n=23). El probable agresor correspondió a un familiar
directo (95%, n=38). El 90% (n=36) de los niños tenían antecedentes de
maltrato, y predominó el maltrato físico (80%, n=32). Un 55% (n=22) de los
niños maltratados se encontraban desnutridos. Predominaron las lesiones de
neurocirugía (75%, n=30), con mayor incidencia de traumatismo craneoencefálico grave
(47,5%, n=19). Las lesiones ortopédicas se observaron en un 57,5% (n=23). El
65% (n=26) de estos niños no requirieron cirugías, fallecieron 5 (10%) a
consecuencia del maltrato. En el 50% (n=20) no se observaron patologías
asociadas.
Conclusiones: El síndrome del niño maltratado tuvo un
aumento considerable en su frecuencia durante el tiempo de pandemia.
Palabras
Claves: Síndrome del niño maltratado, abuso infantil, daño físico, traumatismo
Abstract
Objective: We studied the
incidence of abuse child syndrome during the pandemic, considering that
confinement could increase the frequency of this problem in our environment.
Method: A descriptive,
cross-sectional, retrospective study was carried out in our center during two
pandemic years (2020-2022). Forty children with abuse child syndrome were
detected, representing an incidence of cases of 4%. A questionnaire was filled
out and children under 18 years of age hospitalized for physical abuse were
included. Minors who were sexually assaulted were excluded.
Results: We observed a higher
prevalence in preschoolers and infants (40%, n=16) and in males (57.5%, n=23).
The probable aggressor corresponded to a direct relative (95%, n=38). A 90%
(n=36) of the children had a history of abuse, and physical abuse predominated
(80%, n=32). 55% (n=22) of the abused children were malnourished. Neurosurgical
injuries predominated (75%, n=30), with a higher incidence of severe head
trauma (47.5%, n=19). Orthopedic injuries were observed in 57.5% (n=23). Children
did not require surgery were 65% (n=26); 5 (10%) died as a result of abuse. In
50% (n=20) no associated pathologies were observed.
Conclusions: The abuse child
syndrome had a considerable increase in its frequency during the pandemia
confinement.
Keywords: Abuse Child Syndrome,
child abuse, physical harm, trauma
Resumo
Objetivo: Estudamos a incidência
da síndrome da criança batida durante a pandemia, considerando que o
confinamento pode aumentar a frequência desse problema no nosso meio.
Método: Estudo descritivo,
transversal e retrospetivo realizado no nosso centro durante dois anos
pós-pandemia (2020-2022). Quarenta crianças com síndrome da criança batida
foram detetadas, representando uma incidência de casos de 4%. Foi preenchido um
questionário onde foram incluídos os menores de 18 anos internados por abuso
físico. Foram excluídos os menores que foram agredidos sexualmente.
Resultados: Observou-se maior
prevalência em pré-escolares e lactentes (40%, n=16) e no sexo masculino
(57,5%, n=23). O provável agressor correspondia a um familiar direto (95%,
n=38). 90% (n=36) das crianças apresentavam histórico de maus-tratos,
predominando o abuso físico (80%, n=32). 55% (n=22) das crianças abusadas
estavam desnutridas. As lesões neurocirúrgicas predominaram (75%, n=30), com
maior incidência de traumatismo cranioencefálico grave (47,5%, n=19). Lesões
ortopédicas foram observadas em 57,5% (n=23). 65% (n=26) dessas crianças não
necessitaram de cirurgia, 5 (10%) morreram em consequência do abuso. Em 50%
(n=20) não foram observadas patologias associadas.
Conclusões: A síndrome da
criança batida teve um aumento considerável na sua frequência durante o período
da pandemia.
Palavras-chave: Síndrome da
Criança Batida, abuso infantil, dano físico, trauma
Introducción
La pandemia por la enfermedad
del coronavirus COVID-19 ha constituido un fenómeno global sin precedentes. Es
así, que esta enfermedad ha afectado a todos los países y a todos los grupos
poblacionales, sin distinción de sexo, edad, etnia u orientación sexual [1]. Esta
entidad patológica, además de las secuelas físicas que produce la enfermedad
del coronavirus, se ha constatado que produce un impacto social negativo en la
población general [2]. Los efectos psicológicos secundario a la enfermedad no
se presentan exclusivamente en las personas que sufren la enfermedad, sino
también en quienes padecen las estrictas medidas sanitarias que implementan los
estados para la erradicación de la enfermedad [3].
Investigaciones realizadas en diferentes
países [4-8] han demostrado que la cuarentena ocasiona, en la población
general, síntomas de frustración, aburrimiento, miedo a la infección,
depresión, estrés e insomnio
En ese contexto el efecto de la
pandemia en los niños se muestra tal como el resto de la población, reaccionando
con síntomas de ansiedad y depresión debido a la crisis, a la pandemia y sus
costos asociados [10]. Por otro lado, organismos internacionales han señalado el
aumento del riesgo de maltrato infantil, incluso en hogares donde antes de la
pandemia no existía [11].
Una revisión sistemática
tendiente a delimitar los efectos de cuarentenas en el contexto de COVID-19 [4]
demuestra que los padres se encuentran expuestos a tensiones adicionales que
pueden afectar el control de impulsos y la irritabilidad, por lo que existe el
riesgo de reacciones más violentas con los más débiles [12], especialmente
preocupante en los niños que antes del confinamiento provocado por el COVID-19,
sufrían maltrato y abuso intrafamiliar [12].
Según la UNICEF (2020)
“aproximadamente seis de cada diez niños han experimentado alguna medida de
disciplinaria violenta en sus hogares” [13]. Un recuento del maltrato infantil
desde el 2017, indica que cerca de 40.000 niños fueron víctimas de homicidio.
Los reportes del año 2018 refieren a un ascenso leve en las cifras de muertes
en niños, mientras que en el 2019, sólo en México, de los “39,8 millones de
niños y adolescentes, el 63% de los menores entre 1 y 14 años han sufrido algún
tipo de violencia en el hogar y a diario se registran 4 homicidios de niños,
niñas y adolescentes” [14]. Según Human Rights Watch (2020), las implicaciones
del confinamiento social han puesto en riesgo a la niñez y la familia en
general, pues las tensiones y los elevados niveles de ansiedad no solo se
convirtieron en detonantes del maltrato a niños sino en impulsores de la
disfuncionalidad [15].
El Hospital Pediátrico de
Legaría en Ciudad de México, cuenta con datos del año previo a pandemia (2019),
donde fueron hospitalizados un total de 612 pacientes en combinación por el
servicio de ortopedia y neurocirugía, donde se diagnosticaron un total de 4
pacientes con el Síndrome del niño Maltratado, lo que representó un 0,65% de la
población hospitalizada de este hospital. Teniendo estos datos como referencia,
nos planteamos la necesidad de caracterizar la frecuencia del síndrome del niño
maltratado y lesiones asociadas en una población pediátrica en tiempo de
pandemia, buscando el grupo etáreo más vulnerable, el tipo de agresión física
más frecuente, el agresor de mayor relevancia, así como las lesiones
predominantes. A partir de los
resultados se espera se puedan diseñar estrategias apropiadas para tomar
medidas de prevención proponiendo a las instituciones responsables y a la
defensoría de la niñez y la adolescencia para que de esta forma no sean
vulnerados los derechos de los niños.
Material y metodología
Se realizó un estudio con
enfoque cuantitativo, de diseño no experimental y de corte transversal que
consistió en realizar el estudio de las variables de investigación sin la necesidad
de manipular o condicionar para ver el efecto en la otra variable con el
objetivo de determinar la frecuencia del síndrome del niño maltratado y
lesiones asociadas en una población pediátrica en tiempo de pandemia.
Para la
muestra se utilizó muestreo no probabilístico El
tipo de muestreo a emplearse fue no probabilístico, ya que la muestra fue
seleccionada entre las hospitalizaciones por los servicios de ortopedia y
neurocirugía, menores de 18 años, en el Hospital Pediátrico Legaria, Ciudad de
México, durante el
periodo de estudio, de los cuales 40 correspondieron a casos de maltrato
infantil que cumplieron con los criterios de inclusión y exclusión del presente
estudio.
Durante el período abril 2020-
abril 2022 hubo un total de 996 pacientes hospitalizados desglosados, 458 por
ortopedia y 538 por el departamento de neurocirugía, menores de 18 años en el
Hospital Pediátrico Legaria. Ciudad de México. De estos, un total de 40 niños
con diagnóstico del síndrome del niño maltratado, representando una incidencia
de casos de un (4%).
La técnica utilizada fue la observación aplicada por el investigador,
donde se llenó un cuestionario, con el fin de obtener datos de las variables
asociada al estudio. Se incluyeron niños menores de 18 años hospitalizados por los servicios de ortopedia
y neurocirugía que sufrieron Maltrato físico. Se excluyeron menores de edad que
fueron agresiones de tipo sexual.
RESULTADOS
Se observó una mayor prevalencia
en preescolares (1 a 5 años) y lactantes (1 mes a 12 meses) con un 40% (n=16),
seguido de adolescentes (12 a 18 años) con un 12,5% (n=5) y en menor incidencia
3 escolares (6 a 12 años), un 7,5% (n=3). Predominó el sexo masculino, 57,5%
(n=23), y 17 chicas (Tabla 1).
El agresor correspondió con un
95% (n=38) a un familiar directo, seguido de un 5% (n=2) de familiar indirecto.
El 90% (n=36) de los niños con maltrato tenían antecedentes de maltrato, y
predominó el maltrato físico en el 80% (n=32) y el 20% (n=8) estuvo asociado al
tipo de maltrato a negligencia u omisión de cuidados (Tabla 1).
Identificando la educación del
agresor, entre las madres un 82,5% (n=33) habían estudiado hasta secundaria, un
12,5% (n=5) llegaron a primaria y el 5% (n=2) no tenían estudios; por su parte
el 50% (n=20) de los padres llegaron a secundaria, el 40% (n=16) no tenían estudios
y el 10% (n=4) culminaron la primaria.
En las características clínicas
y patológicas, un 55% (n=22) de los niños maltratados se encontraban
desnutridos y un 2,5% (n=1) se encontraban bajo peso. El resto tenían un peso
normal (Tabla 2).
Entre las lesiones encontradas
predominaron las lesiones de neurocirugía, 75% (n=30), donde el traumatismo
craneoencefálico grave fue lo más frecuente, 47,5% (n=19). Las lesiones
ortopédicas se apreciaron en el 57,5% (n=23), predominando los pacientes politraumatizados,
35% (n=14) (Tabla 2).
El 65% (n=26) de los pacientes
no precisaron cirugías. El 10% (n=4) fallecieron como consecuencia del maltrato.
En el 50% (n=20) no se observaron patologías asociadas, pero en el 35% (n=14)
de los que tenían patologías asociadas correspondió a la epilepsia (Tabla 2).
DISCUSIÓN
El maltrato infantil es un abuso
sobre el niño o la niña del grupo más vulnerable y adquiere consecuencias
individuales y sociales, además de graves secuelas, físicas y psicológicas, en
las víctimas que viven este tipo de situaciones [16]. En el síndrome del niño
maltratado (SNM) intervienen tres elementos, el niño agredido, el adulto
agresor y el entorno, es decir las situaciones del entorno familiar [17][18].
El síndrome del niño maltratado
es variado pues varía la intensidad, la localización y dependerá del momento
del desarrollo [19] y se observan diferentes aspectos, entre los que destacan
la ausencia de cuidados, muestra evidente de ataduras, contusiones, equimosis,
fracturas, signos de intoxicación o envenenamiento, así como traumatismo
craneal o daño visceral y huellas de los objetos agresores [20].
El maltrato infantil es un
problema que atraviesa la sociedad actual a nivel mundial, que involucra a
todos los miembros de la familia y es una responsabilidad del estado, en primer
lugar, detectarlo, prevenirlo y brindar atención adecuada a las personas y a
las familias inmersas en este problema [21]. En América Latina está extendida
la pedagogía con bofetadas, golpes en la cabeza, siendo un problema grave [22].
La Cooperación para el Desarrollo Económico puso a México en primer lugar pues,
según los datos de la UNICEF, el 66% ha vivido por lo menos una forma de
violencia durante su niñez [14].
A pesar de que el síndrome del
niño maltratado posee una gran prevalencia, no disponemos de herramientas para su
detección y ofrecer un diagnóstico oportuno, así como para denunciar ante las
instituciones debidas los casos de maltrato infantil. El síndrome del niño
maltratado es una entidad que afecta todos los grupos en la edad infantil, sin
embargo, los lactantes y preescolares tienen mayor riesgo. Un estudio realizado
en Bolivia determinó que la edad más vulnerable son los menores de 6 a 8 años y
el sexo más asequible es el masculino al igual que hemos visto en este estudio
[14]. Esto se debe a que en esta etapa de crecimiento los niños son más
dependientes de sus padres, además son más extrovertidos, en especial los
varones, lo que puede ocasionar en situaciones de estrés, como ha generado esta
pandemia, los familiares directos se tornen más agresivos y tiendan a ocasionar
maltrato a los niños más próximos.
En la mayoría de los casos el
maltrato procede de un familiar directo y suelen ser reincidentes. Estos
hallazgos se relacionan con la bibliografía que coinciden en referirse a los
padres, el núcleo familiar, como los agresores más frecuentes.
Nos
encontramos ante una población infantil con múltiples carencias, donde
predomina el aspecto nutricional ya que en su mayoría los niños se encuentran
en estado de desnutrición.
Las
lesiones encontradas, aunque se citan las equimosis como las más frecuentes, en
este estudio encontramos que los niños maltratados presentaron en su mayoría
lesiones de tipo neurológicas, donde predomino el traumatismo craneoencefálico graves,
y entre las lesiones ortopédicas los politraumatismos. Este comportamiento de las lesiones puede estar condicionado
por el centro de salud donde se llevó a cabo el estudio ya que el mismo
corresponde a un centro regional de concentración para neurocirugía pediátrica.
Proponemos la realización de estudios para
concientizar sobre la denuncia del maltrato infantil a toda la sociedad que
encamine de forma armoniosa, respete y cultive su integridad física y realizar
capacitación continua al personal de salud para poder identificar el maltrato
infantil en sus diferentes tipologías.
Es preciso mejorar el
diagnóstico o la identificación de los casos de maltrato infantil en instancia
hospitalaria, por los médicos que atienden este tipo de casos, que permita
brindar un abordaje oportuno y mejorar el pronóstico y evolución de los niños.
Las limitaciones de nuestro
estudio corresponden a la inclusión de la población de un solo hospital, lo que
determinaría un solo grupo poblacional el cual tenga acceso al mismo y que
tiene un perfil de paciente muy particular y diferente al de otros hospitales,
escasos antecedentes de investigaciones sobre el tema.
De acuerdo con los resultados
que se obtuvieron en este estudio se puede concluir que el síndrome del niño
maltratado tuvo un aumento de frecuencia en las hospitalizaciones pediátricas durante
el periodo de pandemia en el Hospital Legaría, Ciudad de México. Este aumento tiene
una serie de características sociodemográficas especificas de la población
mexicana, orientándonos hacia la educación de los padres, nivel social y
antecedentes patológicos como factor de riesgo determinante para sufrir del
mismo. Las causas suelen ser diversas y los medios utilizados para la agresión
van desde verbales, a físicos, llegando a detectarse este síndrome hasta que se
produce la muerte de este, en muchas ocasiones debido a lesiones neurológicas
como un traumatismo craneoencefálico. Todo esto demanda hacer un diagnóstico y
tratamiento multidisciplinario, para obtener el mejor diagnóstico y brindar el
manejo más oportuno a los pacientes.
Bibliografía
1.
Pinto-Cortez C, Arrendondo Ossandón V,
Lira G, Lobos Sucarrat P, Saavedra C, Guerra C. Intervención especializada en
maltrato infantil en Chile en contexto de crisis por COVID-19: significados de
los profesionales intervinientes. Límite (Arica). 2021; 16:1-16.
2.
Ordóñez-Rubiano
E, Figueredo L, Gamboa-Oñate C. The reverse question mark and L.G. Kempe
incisions for decompressive craniectomy: A case series and narrative review of
the literature. Surg Neurol Int. 2022; 8: 295.
3.
UNICEF. Cómo mantener a su hijo seguro
en línea mientras está atrapado en casa durante el brote de COVID-19. 2020.
4.
Brooks, WebsterSmithWoodland WesselyGreenberget
al. The psychological impact of quarantine and how to
reduce it: rapid review of the evidence. Lancet. 2020; 395:912-20.
5.
Taylor M, Agho
K, Stevens G, Raphael B. Factors influencing psychological distress during a
disease epidemic: data from Australia’s first outbreak of equine influenza. BMC
Public Health. 2008; 8:347.
6.
Sprang G, Silman
M. Posttraumatic stress disorder in parents and youth after health-related
disasters. Disaster Med Public Health Prep. 2013; 7:105-10.
7.
Bai Y, Lin C,
Lin C, Chen J, Chue C, Chou P. Survey of stress reactions among health care
workers involved with the SARS outbreak. Psychiatr Serv. 2004; 55:1055–7.
8.
Jeong H, Yim H,
Song Y, Ki M, Min J-A, Cho J, et al. Mental health
status of people isolated due to Middle East respiratory syndrome.. Epidemiol Health. 2016; 38:e2016048.
9.
Dalton L, Rapa E, Stein A. Proteger la
salud psicológica de los niños a través de una comunicación efectiva sobre el
COVID-19. The Lancet Salud de niños y adolescentes. Publicación en línea. 2020.
10.
Danese A, Smith
P, Chitsabesan P, Dubicka B. Child and adolescent mental health amidst
emergencies and disasters. Br J Psychiatry. 2020; 216:159-62.
11. APA. Cómo COVID-19 puede
aumentar la violencia doméstica y el abuso infantil. 2020.
12. Naciones Unidas (ONU). Plan
Global de Respuesta Humanitaria COVID-19.. 2020.
13. UNICEF. Protección de la
niñez ante la violencia. Respuestas durante y después de COVID-19. 2020.
14. Mireles A. Confinados con su
agresor: por qué el COVID-19 recrudeció la violencia familiar en México, 2020
[citado 2020 Jun 22. Disponível em:
<https://www.infobae.com/america/mexico/2020/07/22/confinados-con-su-agresor-por-que-el-covid-19-recrudecio-la-violenciafamiliar-en-mexico/>
15.
Devastador impacto del COVID-19 para
niños y niñas. (2020, April 9). Human Rights Watch.
https://www.hrw.org/es/news/2020/04/09/devastador-impacto-del-covid-19-para-ninos-y-ninas
16.
Charania S. The
Real Cause Of The Broken Rib: Developments In Pediatricians' Approach To Child
Abuse; 1960 - 2020. Yale Medicine Thesis Digital Library. 2022.
17.
Joseph F,
Faustin A, Chefor D, Fred D, Ekoto A, Christine M, et al. Child abuse: a case
study report and literature review. european J Mod Med Pract. 2022; 2. http://www.inovatus.es/index.php/ejmmp/article/download/768/797
18.
Nonaka M, Asai
A. Abusive Head Trauma in Infants and Children in Japan. J Korean Neurosurg
Soc. 2022; 65:380-4.
19.
Hibbard R,
Barlow , McMillan H. Psychological maltreatment. Pediatrics 2012; 130:372–8.
20.
Weiss R, He CH,
Khan S, Parsikia A, Mbekeani JN. Ocular Injuries in Pediatric Patients Admitted
With Abusive Head Trauma. Pediatric Neurology. 2022; 127:11-8.
21. Abdal AL, Llaguno DAM, Muñoz
AC. El maltrato infantil Conceptos básicos de una patología médico social
legal. Revista de La Facultad de Medicina UNAM. 2003; 56:5–10.
https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=46980
22. Quezada LR, Ramírez MR,
Brooks Legeyre AC. Síndrome del niño maltratado con repercusión psicosocial.
MEDISAN. 2018; 22:563–7. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192018000500014
Tabla 1
Característica
sociodemográfica de la población pediátrica con síndrome del niño maltratado.
Hospital Pediátrico Legaria (2020 – 2022)
|
N |
% |
Edad |
||
Lactantes |
16 |
40 |
Pre-escolar |
16 |
40 |
Escolar |
3 |
7,5 |
Adolescentes |
5 |
12,5 |
Sexo |
||
Masculino |
23 |
57,5 |
Femenino |
17 |
42,5 |
Posible aggressor |
||
Familiar directo |
38 |
95 |
Familiar indirecto |
2 |
5 |
Antecedente
maltrato |
||
Si |
36 |
90 |
Tipo de maltrato |
||
Negligencia /
omisión cuidado |
8 |
20 |
Maltrato |
32 |
80 |
Tabla 2
|
N |
% |
Estado nutricional |
||
Desnutrido |
22 |
55 |
Bajo peso |
1 |
2,5 |
Normal |
17 |
42,5 |
Lesiones
ortopédicas |
||
Politraumatismo |
14 |
35 |
Fracturas |
9 |
22,5 |
Lesiones
neurológicas |
||
TCE moderado |
6 |
15 |
TCE grave |
19 |
47,5 |
Tratamiento |
||
Precisa cirugía |
14 |
35 |
Fallecimiento |
4 |
10 |